en este 5 de febrero, memoria de Santa Águeda, celebramos el Nacimiento de nuestra querida Hermana Lucía Gil Elizalde. Ella desde el cielo nos seguirá dando la fuerza para servir a Jesús y a los hermanos en este carisma sacerdotal y mariano. Recordemos los momentos importantes y significativos de su vida; la salida de su casa materna; la preparación de su valija la complicidad con la gente de la estación de trenes; su llegada a Buenos Aires y sus palabras al Padre Carboni: "Aunque todas se vayan, yo me quedo".
Gracias Lucía porque te quedaste en la casita del Barrio de Almagro, desafiando las dificultades confiando en el Señor de la Vida.
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