miércoles, 13 de diciembre de 2017

El Carisma danza en las culturas


En el Gran Buenos Aires from Auxiliares Santa Maria

7. Carisma Gran Buenos Aires

Más tarde otros acordes se hicieron oír. Los del Buenos Aires Grande, o llamado Gran Buenos Aires. Allí se dan cita varias danzas,  había que descubrir ese nuevo paso, un paso lleno de fuego de conglomerados de personas que buscan trabajo, vivienda, una vida de familia sana. 

martes, 12 de diciembre de 2017

Nuestro corazón se hace "Tepeyac"

Eres mujer de casa y, además, peregrina,
dedicada a lo tuyo como madre y esposa,
pero sigues la huella por donde Dios camina
y estás de corazón en cada cosa.

Estás en la montaña antes del alba,
-que el amor te apresura-,
y en cualquier otro Belén por esperar que nazca
de nuevo Dios, y preparar su cuna.


Te haces de nuestra raza, 
pronuncias nuestra lengua con dulzura
y nos pides te hagamos una Casa,
para en ella mostrarnos tu sin igual ternura.

Bajas, subes, que para eso eres ave,
ayer por el calvario y por el cielo, 
hoy por la patria suave,
y en pos de ti volamos en tu vuelo.

Gloria damos al Padre que no tuvo principio,
gloria perenne a Cristo, que es el Hijo del Padre,
y al Espíritu Santo, Consolador divino.
¡Que todo el universo los aclame! Amén

(Himno del Oficio de Lectura)

viernes, 8 de diciembre de 2017

María, sin pecado concebida... rogá por nosotr@s

De las oraciones de san Anselmo, obispo

¡Oh Virgen, por cuya bendición
queda bendecida toda la naturaleza!

El cielo, los astros, la tierra, los ríos, el día, la noche y todo lo que se halla sometido al poder y al servicio del hombre, se congratulan, Señora, porque habiendo perdido su antigua nobleza, ahora han sido en cierto modo resucitados por ti y dotados de una gracia nueva e inefable.
Porque todas estas cosas estaban como muertas, al haber perdido su congénita dignididad de servir al dominio y utilidad de los que alaban a Dios, que para eso habían sido creadas; estaban oprimidas y afeadas por el abuso de los que servíana los ídolos, para los cuales no habían sido creadas. Ahora se alegran como hubieran vuelto a la vida, porque ya vuelven a estar soemtidas al dominio de los que confiesan a Dios, y embellecidas por su uso natural.
Es como si hubiesen saltado de alegría por esta gracia nueva e inapreciable, al sentir que el mismo Dios, su mismo creador, no sólo reinaba sobre ellas de un modo invisible, sino que incluso lo vieron en medio de ellas, santificándolas visiblemente con su uso. Estos bienes tan grandes provinieron a través del fruto bendito del vientre sagrado de la Virgen María.
Por tu plenitud de gracia, lo que estaba en el país de los muertos se alegra al sentirse liberado, y lo que está por encima del mundo se alegra al sentirse restaurado. En efecto, por el glorioso Hijo de tu gloriosa virginidad, todos los justos que murieron antes de la muerte vivificante de Cristo se alegran al verse libres de su cautividad, y los ángeles se congratulan por la restauración de su ciudad medio en ruinas.
¡Oh mujer llena y rebosante de gracia, con la redundancia de cuya plenitud rocías y haces reverdecer toda la creación!¡Oh Virgen bendita y desbordante de bendiciones, por cuya bendición queda bendecida toda la naturaleza, no sólo la creatura por el Creador, sino también el Creador por la creatura!
Dios, a su Hijo, el único engendrado de su seno igual a sí, al que amaba como a sí mismo, lo dio a María; y de María se hizo un hijo, no distinto, sino el mismo, de suerte que por naturaleza fuese el mismo y único Hijo de Dios y de María. Toda la naturaleza ha sido creada por Dios, y Dios ha nacido de María. Dios lo creó todo, y María engendró a Dios. Dios, que hizo todas las cosas, se hizo a sí mismo de María; y de este modo rehizo todo lo que había hecho. El que pudo hacer todas las cosas de la nada, una vez profanadas, no quiso rehacerlas sin María.
Dios, por tanto, es padre de las cosas creadas y María es madre de las cosas recreadas. Dios es padre de toda la creación, María es madre de la universal restauración. Porque Dios engendróa a aquel sin el cual nada en absoluto existiría, y María dio a luz a aquel sin el cual nada sería bueno.
En verdad el Señor está contigo, ya que él ha hecho que toda la naturaleza estuviera en tan gran deuda contigo y con él.

Madre de Misericordia

SALVE DE LOS POBRES

Dios te salve, Reina y Madre, Vida, Dulzura, Esperanza
Señora de los pueblos, Misericordia, confianza
nuestra Señora del rancho, nuestra Señora de lata
Virgen de todos los pueblos, que anduvo toda la Patria.

A Ti llamamos los hijos del valle y de la montaña,
del río, del monte, las islas, los campos y las quebradas,
que vinimos de los pueblos nada más que con las ganas 
de darles a nuestros hijos, como al Tuyo, la Esperanza.

Señora de los Pueblos, nuestra Señora Abogada
de los pobres, del humilde, que casi como guitarra
de los pueblos le cantaste al Dios que al débil levanta,
que dio bienes al hambriento y al poderoso rebaja.

Vuelve tus ojos, Señora, desde el cuadrito y la estampa
que el reboque de barro o en las paredes de chapa
pegamos para que estés dentro de nuestro techo de paja,
casi tibia cuando hay sol; si llueve, medio mojada,
mismamente que nosotros siempre por tierras prestadas.

Y después de este destierro, Señora de los sin nada,
Virgen de los Pueblos, Vida, Dulzura, Esperanza,
muéstranos a ese Jesús también con cuna de paja
¡oh, Clemente, oh piadosa! Señora de los sin nada.
Autor/a desconocido/a

domingo, 3 de diciembre de 2017

25 años en Chile

Empezando el Adviento

"La encarnación como proceso histórico"

de Bonifacio Fernández 
en "El Cristo del seguimiento"

La historia de Jesús pertenece al proceso de la encarnación de Dios. El Hijo de Dios no asumió simplemente una naturaleza humana; asumió su historia. La encarnación no es un hecho meramente puntual; constituye, por el contrario, un proceso que se inicia en la anunciación, continúa en la vida y la muerte de Jesús y desemboca en la resurrección del Mesías. 
Que el Hijo eterno de Dios asume una historia humana significa que asume la libertad, la temporalidad, la necesidad y capacidad de decisión, la tentación, la ignorancia del futuro, la relación con los demás, la comunidad biológica y racial, las tradiciones de un pueblo, el lenguaje de un pueblo. Todavía más, Jesús no sólo asume una historia humana; hace suya la historia de un pobre, entra en la historia de los hombres situándose entre los pobres y desclasados. Históricamente el Hijo de Dios asume la condición de pobre entre el pueblo de los pobres.

La encarnación es un proceso que culmina en la resurrección de entre los muertos. El centro de nuestra fe cristiana (...) es la historia de Jesús como historia de Dios con nosotros. La resurrección de Jesús no es desencarnación ni deshistorización; es culminación de su encarnación en el mundo, plenificación de su ser-para Dios y para-los demás."