martes, 31 de mayo de 2016

Narrando nuestra Vida...


Queridas Hermanas:
Vivir en África tiene sus desafíos, mas cuando se trata de celebrar, ponemos lo mejor de cada una para hacer fiesta, a ejemplo de este pueblo que sabe hacer fiesta…
El mes de mayo nos ha regalado unas cuantas oportunidades de celebrar… y no las hemos desperdiciado!
El domingo 1, compartimos la Misa con la comunidad de São Boaventura, una Capilla sencilla y acogedora, que pertenece a nuestra Parroquia Catedral.F:\FOTOS 2016\Sao Boaventura\Sao Boaventura 4.jpg

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Las Señoras mayores prefieren sentarse en el piso porque están más cómodas que en las sillas…
F:\FOTOS 2016\Nossa comunidad\Dulzuras por el cumple de Marta.jpgEl domingo 8, dimos gracias al Dios de la Vida por el cumpleaños de Marta, que alcanzó un número terriblemente perfecto… Si señoras y señores! Llegó a los 77!  Por ello, preparamos muchas cosas ricas para compartir también con aquellos que quisieron venir a saludarla en este día “histórico” F:\FOTOS 2016\Nossa comunidad\Cumple de Marta 2.jpg
(como le dijeron aquí)

La casa se llenó de globos y carteles para enmarcar este día festivo…


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Ese día también celebramos los 26 años de entrada de Rosana a la Congregación y a nuestra querida Madre de Luján, que aquí es muy querida gracias a todos los argentinos que han venido a misionar en algún momento. Por ello, quisimos sacarnos una fotito como comunidad junto a Ella, que se ve allá al fondo, como muestra de que nos “cubre las espaldas” y nos ampara…

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El día 13 de mayo recordamos cariñosamente a Nossa Senhora de Fátima, advocación heredada y acogida por este pueblo mozambicano que recibió esta imagen de sus colonizadores, los portugueses
Cantamos muchas veces “a treze de maio na Cova da Iria apareceu brilhando a Virgem Maria…” participando de la procesión por la ciudad,  que salió de la Catedral, para luego volver y celebrar la Misa.


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El 15 de mayo, día de Pentecostés, participamos  de la celebración de la Confirmación de 59 adolescentes y jóvenes de la comunidad Sede de nuestra Parroquia de “São João Baptista”. Fue muy lindo porque nosotras pudimos acompañarlos en su retiro de preparación al Sacramento y eso fue un plus para conocerlos y acompañarlos mejor.
El miércoles 18, gracias a la invitación de Dom Alberto (Obispo Auxiliar de la Diócesis), tuvimos un día de recreación. Pudimos llegar hasta la desembocadura del río Limpopo en el Océano Indico. Una verdadera belleza de la Creación… Agradecimos esta oportunidad al Dios de la Vida!!!

F:\FOTOS 2016\Yendo al Indico\Marta, Lili y Rosana junto al Indico 3.jpg
El sábado 21 tuvimos reunión de Consejo de Pastoral Parroquial. Uno de los temas fundamentales fue organizar la Fiesta de nuestro “padroeiro” (patrono) San Juan Bautista.
El domingo 22 rezamos especialmente con ocasión de la Jornada de Oración por la Paz en Mozambique. Aprovechamos a realizar nuestro retiro comunitario tomando el tema de la Misericordia en este Año Jubilar.

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El 27 celebramos el cumple de Rosana, con todo un programa que comenzó bien tempranito con la oración comunitaria y siguió con un almuerzo exquisito compartido con Hercio, joven que no tiene familia, muy querido aquí en la Diocese, que había cumplido años el 24 de mayo.



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Rosana recibió su primera capulana como obsequio de su comunidad apsm,
y Marta realizó el rito de colocársela cantando y danzando… (Lili sacó la foto…)
Como no pudimos ir a Misa a la tarde, porque llovía y estaba muy frío, la oración nos congregó nuevamente junto al precioso altar que prepararon las hermanas…




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F:\FOTOS 2016\1er aniverssario en Xai Xai\Marta y Rosana junto al altar de oracion.jpg
F:\FOTOS 2016\1er aniverssario en Xai Xai\Lili y Rosana junto al altar de oracion 2.jpg

Felices de poder compartir con todas ustedes, narramos e ilustramos nuestra vida que se va desplegando en el día a día y en este suelo mozambicano.
Las abrazamos con todo nuestro cariño!!
Marta, Lili y Rosi

domingo, 29 de mayo de 2016

Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo

Comieron todos y se saciaron.
rumiando el evangelio según san Lucas 9,11b-17

HACER MEMORIA DE JESÚS
Comieron todos.
Al narrar la última Cena de Jesús con sus discípulos, las primeras generaciones cristianas recordaban el deseo expresado de manera solemne por su Maestro: «Haced esto en memoria mía». Así lo recogen el evangelista Lucas y Pablo, el evangelizador de los gentiles.
Desde su origen, la Cena del Señor ha sido celebrada por los cristianos para hacer memoria de Jesús, actualizar su presencia viva en medio de nosotros y alimentar nuestra fe en él, en su mensaje y en su vida entregada por nosotros hasta la muerte. Recordemos cuatro momentos significativos en la estructura actual de la misa. Los hemos de vivir desde dentro y en comunidad.
La escucha del Evangelio.
Hacemos memoria de Jesús cuando escuchamos en los evangelios el relato de su vida y su mensaje. Los evangelios han sido escritos, precisamente, para guardar el recuerdo de Jesús alimentando así la fe y el seguimiento de sus discípulos.
Del relato evangélico no aprendemos doctrina sino, sobre todo, la manera de ser y de actuar de Jesús, que ha de inspirar y modelar nuestra vida. Por eso, lo hemos de escuchar en actitud de discípulos que quieren aprender a pensar, sentir, amar y vivir como él.
La memoria de la Cena.
Hacemos memoria de la acción salvadora de Jesús escuchando con fe sus palabras: «Esto es mi cuerpo. Vedme en estos trozos de pan entregándome por vosotros hasta la muerte… Este es el cáliz de mi sangre. La he derramado para el perdón de vuestros pecados. Así me recordaréis siempre. Os he amado hasta el extremo».
En este momento confesamos nuestra fe en Jesucristo haciendo una síntesis del misterio de nuestra salvación: «Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. Ven, Señor Jesús». Nos sentimos salvados por Cristo, nuestro Señor.
La oración de Jesús.
Antes de comulgar, pronunciamos la oración que nos enseñó Jesús. Primero, nos identificamos con los tres grandes deseos que llevaba en su corazón: el respeto absoluto a Dios, la venida de su reino de justicia y el cumplimiento de su voluntad de Padre. Luego, con sus cuatro peticiones al Padre: pan para todos, perdón y misericordia, superación de la tentación y liberación de todo mal.
La comunión con Jesús.

Nos acercamos como pobres, con la mano tendida; tomamos el Pan de la vida; comulgamos haciendo un acto de fe; acogemos en silencio a Jesús en nuestro corazón y en nuestra vida: «Señor, quiero comulgar contigo, seguir tus pasos, vivir animado con tu espíritu y colaborar en tu proyecto de hacer un mundo más humano».
José Antonio Pagola

martes, 24 de mayo de 2016

Estuvimos en Río Negro

Estuvimos... hasta hace poco
 En Bariloche, en la localidad de Pilcaniyeu, 
en la Parroquia María Auxiliadora:
Hna María Ester Antonelli
Ella regresó a la casa del Padre Celestial el miércoles 8 de marzo de 2017.
Agradecemos al Dios de la Vida por la entrega de María Ester, por su existencia consagrada a Él y a tantos herman@s... Por los últimos años de vida en la Patagonia, que tanto amó!!
Que brille para ella la Luz que no tiene fin.

domingo, 22 de mayo de 2016

Y es que Dios, es DIOSFAMILIA...

Dios Amor, Dios TRINIDAD
de tal palo, tal astilla, 
somos su comunidad!


saboreando el evangelio según san Juan 16,12-15

ABRIRNOS AL MISTERIO DE DIOS
Todo lo que tiene el Padre es mío.
A lo largo de los siglos, los teólogos han realizado un gran esfuerzo por acercarse al misterio de Dios formulando con diferentes construcciones conceptuales las relaciones que vinculan y diferencian a las personas divinas en el seno de la Trinidad. Esfuerzo, sin duda, legítimo, nacido del amor y el deseo de Dios.
Jesús, sin embargo, no sigue ese camino. Desde su propia experiencia de Dios, invita a sus seguidores a relacionarse de manera confiada con Dios Padre, a seguir fielmente sus pasos de Hijo de Dios encarnado, y a dejarnos guiar y alentar por el Espíritu Santo. Nos enseña así a abrirnos al misterio santo de Dios.
Antes que nada, Jesús invita a sus seguidores a vivir como hijos e hijas de un Dios cercano, bueno y entrañable, al que todos podemos invocar como Padre querido. Lo que caracteriza a este Padre no es su poder y su fuerza, sino su bondad y su compasión infinita. Nadie está solo. Todos tenemos un Dios Padre que nos comprende, nos quiere y nos perdona como nadie.
Jesús nos descubre que este Padre tiene un proyecto nacido de su corazón: construir con todos sus hijos e hijas un mundo más humano y fraterno, más justo y solidario. Jesús lo llama "reino de Dios" e invita a todos a entrar en ese proyecto del Padre buscando una vida más justa y digna para todos empezando por sus hijos más pobres, indefensos y necesitados.
Al mismo tiempo, Jesús invita a sus seguidores a que confíen también en él: "No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios; creed también en mí". Él es el Hijo de Dios, imagen viva de su Padre. Sus palabras y sus gestos nos descubren cómo nos quiere el Padre de todos. Por eso, invita a todos a seguirlo. El nos enseñará a vivir con confianza y docilidad al servicio del proyecto del Padre.
Con su grupo de seguidores, Jesús quiere formar una familia nueva donde todos busquen "cumplir la voluntad del Padre". Ésta es la herencia que quiere dejar en la tierra: un movimiento de hermanos y hermanas al servicio de los más pequeños y desvalidos. Esa familia será símbolo y germen del nuevo mundo querido por el Padre.

Para esto necesitan acoger al Espíritu que alienta al Padre y a su Hijo Jesús: "Vosotros recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros y así seréis mis testigos". Éste Espíritu es el amor de Dios, el aliento que comparten el Padre y su Hijo Jesús, la fuerza, el impulso y la energía vital que hará de los seguidores de Jesús sus testigos y colaboradores al servicio del gran proyecto de la Trinidad santa.
José Antonio Pagola

domingo, 15 de mayo de 2016

Ven Espíritu Santo, Ruah Santa

A partir del texto de Juan 14,15-16. 23b-26 hacemos la siguiente

INVOCACIÓN
Recibid el Espíritu Santo.
Ven Espíritu Creador e infunde en nosotros la fuerza y el aliento de Jesús. Sin tu impulso y tu gracia, no acertaremos a creer en él; no nos atreveremos a seguir sus pasos; la Iglesia no se renovará; nuestra esperanza se apagará. ¡Ven y contágianos el aliento vital de Jesús!
Ven Espíritu Santo y recuérdanos las palabras buenas que decía Jesús. Sin tu luz y tu testimonio sobre él, iremos olvidando el rostro bueno de Dios; el Evangelio se convertirá en letra muerta; la Iglesia no podrá anunciar ninguna noticia buena. ¡Ven y enséñanos a escuchar sólo a Jesús!
Ven Espíritu de la Verdad y haznos caminar en la verdad de Jesús. Sin tu luz y tu guía, nunca nos liberaremos de nuestros errores y mentiras; nada nuevo y verdadero nacerá entre nosotros; seremos como ciegos que pretenden guiar a otros ciegos. ¡Ven y conviértenos en discípulos y testigos de Jesús!
Ven Espíritu del Padre y enséñanos a gritar a Dios "Abba" como lo hacía Jesús. Sin tu calor y tu alegría, viviremos como huérfanos que han perdido a su Padre; invocaremos a Dios con los labios, pero no con el corazón; nuestras plegarias serán palabras vacías. ¡Ven y enséñanos a orar con las palabras y el corazón de Jesús!
Ven Espíritu Bueno y conviértenos al proyecto del "reino de Dios" inaugurado por Jesús. Sin tu fuerza renovadora, nadie convertirá nuestro corazón cansado; no tendremos audacia para construir un mundo más humano, según los deseos de Dios; en tu Iglesia los últimos nunca serán los primeros; y nosotros seguiremos adormecidos en nuestra religión burguesa. ¡Ven y haznos colaboradores del proyecto de Jesús!
Ven Espíritu de Amor y enséñanos a amarnos unos a otros con el amor con que Jesús amaba. Sin tu presencia viva entre nosotros, la comunión de la Iglesia se resquebrajará; la jerarquía y el pueblo se irán distanciando siempre más; crecerán las divisiones, se apagará el diálogo y aumentará la intolerancia. ¡Ven y aviva en nuestro corazón y nuestras manos el amor fraterno que nos hace parecernos a Jesús!

Ven Espíritu Liberador y recuérdanos que para ser libres nos liberó Cristo y no para dejarnos oprimir de nuevo por la esclavitud. Sin tu fuerza y tu verdad, nuestro seguimiento gozoso a Jesús se convertirá en moral de esclavos; no conoceremos el amor que da vida, sino nuestros egoísmos que la matan; se apagará en nosotros la libertad que hace crecer a los hijos e hijas de Dios y seremos, una y otra vez, víctimas de miedos, cobardías y fanatismos. ¡Ven Espíritu Santo y contágianos la libertad de Jesús!
José Antonio Pagola

domingo, 8 de mayo de 2016

Asciende el Señor entre aclamaciones!!!

Conclusión del santo evangelio según san Lucas 24,46-53

CRECIMIENTO Y CREATIVIDAD
Los evangelios nos ofrecen diversas claves para entender cómo comenzaron su andadura histórica las primeras comunidades cristianas sin la presencia de Jesús al frente de sus seguidores. Tal vez, no fue todo tan sencillo como a veces lo imaginamos. ¿Cómo entendieron y vivieron su relación con él, una vez desaparecido de la tierra?
Mateo no dice una palabra de su ascensión al cielo. Termina su evangelio con una escena de despedida en una montaña de Galilea en la que Jesús les hace esta solemne promesa: «Sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo». Los discípulos no han de sentir su ausencia. Jesús estará siempre con ellos. Pero ¿cómo?
Lucas ofrece una visión diferente. En la escena final de su evangelio, Jesús «se separa de ellos subiendo hacia el cielo». Los discípulos tienen que aceptar con todo realismo la separación: Jesús vive ya en el misterio de Dios. Pero sube al Padre «bendiciendo» a los suyos. Sus seguidores comienzan su andadura protegidos por aquella bendición con la que Jesús curaba a los enfermos, perdonaba a los pecadores y acariciaba a los pequeños.
El evangelista Juan pone en boca de Jesús unas palabras que proponen otra clave. Al despedirse de los suyos, Jesús les dice: «Yo me voy al Padre y vosotros estáis tristes… Sin embargo, os conviene que yo me vaya para que recibáis el Espíritu Santo». La tristeza de los discípulos es explicable. Desean la seguridad que les da tener a Jesús siempre junto a ellos. Es la tentación de vivir de manera infantil bajo la protección del Maestro.
La respuesta de Jesús muestra una sabia pedagogía. Su ausencia hará crecer la madurez de sus seguidores. Les deja la impronta de su Espíritu. Será él quien, en su ausencia, promoverá el crecimiento responsable y adulto de los suyos. Es bueno recordarlo en unos tiempos en que parece crecer entre nosotros el miedo a la creatividad, la tentación del inmovilismo o la nostalgia por un cristianismo pensado para otros tiempos y otra cultura.
Los cristianos hemos caído más de una vez a lo largo de la historia en la tentación de vivir el seguimiento a Jesús de manera infantil. La fiesta de la Ascensión del Señor nos recuerda que, terminada la presencia histórica de Jesús, vivimos «el tiempo del Espíritu», tiempo de creatividad y de crecimiento responsable. El Espíritu no proporciona a los seguidores de Jesús «recetas eternas». Nos da luz y aliento para ir buscando caminos siempre nuevos para reproducir hoy su actuación. Así nos conduce hacia la verdad completa de Jesús.

José Antonio Pagola

domingo, 1 de mayo de 2016

Domingo 6° de Pascua

¡Qué Buena Noticia nos acerca san Juan 14,23-29!


La paz os dejo; mi paz os doy.
En el evangelio de Juan podemos leer un conjunto de discursos en los que Jesús se va despidiendo de sus discípulos. Los comentaristas lo llaman "El Discurso de despedida". En él se respira una atmósfera muy especial: los discípulos tienen miedo a quedarse sin su Maestro; Jesús, por su parte, les insiste en que, a pesar de su partida, nunca sentirán su ausencia.
Hasta cinco veces les repite que podrán contar con «el Espíritu Santo». Él los defenderá, pues los mantendrá fieles a su mensaje y a su proyecto. Por eso lo llama «Espíritu de la verdad». En un momento determinado, Jesús les explica mejor cuál será su quehacer: «El Defensor, el Espíritu Santo... será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho». Este Espíritu será la memoria viva de Jesús.
El horizonte que ofrece a sus discípulos es grandioso. De Jesús nacerá un gran movimiento espiritual de discípulos y discípulas que le seguirán defendidos por el Espíritu Santo. Se mantendrán en su verdad, pues ese Espíritu les irá enseñando todo lo que Jesús les ha ido comunicando por los caminos de Galilea. Él los defenderá en el futuro de la turbación y de la cobardía.
Jesús desea que capten bien lo que significará para ellos el Espíritu de la verdad y Defensor de su comunidad: «Os estoy dejando la paz; os estoy dando la paz». No sólo les desea la paz. Les regala su paz. Si viven guiados por el Espíritu, recordando y guardando sus palabras, conocerán la paz.

No es una paz cualquiera. Es su paz. Por eso les dice: «No os la doy yo como la da el mundo». La paz de Jesús no se construye con estrategias inspiradas en la mentira o en la injusticia, sino actuando con el Espíritu de la verdad. Han de reafirmarse en él: «Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde».
En estos tiempos difíciles de desprestigio y turbación que estamos sufriendo en la Iglesia, sería un grave error pretender ahora defender nuestra credibilidad y autoridad moral actuando sin el Espíritu de la verdad prometido por Jesús. El miedo seguirá penetrando en el cristianismo si buscamos asentar nuestra seguridad y nuestra paz alejándonos del camino trazado por él.
Cuando en la Iglesia se pierde la paz, no es posible recuperarla de cualquier manera ni sirve cualquier estrategia. Con el corazón lleno de resentimiento y ceguera no es posible introducir la paz de Jesús. Es necesario convertirnos humildemente a su verdad, movilizar todas nuestras fuerzas para desandar caminos equivocados, y dejarnos guiar por el Espíritu que animó la vida entera de Jesús.

José Antonio Pagola

feliz día a l@s TRABAJADOR@S!!!

un regalito de Jesús a través del Papa Francisco, en la Encíclica Laudato Si, 127

¡santificar el trabajo!