lunes, 12 de diciembre de 2022

Virgencita de Guadalupe

DOCUMENTO PARA EL DISCERNIMIENTO COMUNITARIO En la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe 

 "Como en su aparición en Guadalupe la Virgen nos dice hoy: “¿acaso no estoy yo aquí, que soy tu madre? No tengas miedo”. ¡Estemos abiertos a la novedad del Espíritu!


Virgen de Guadalupe, sigue abriéndole caminos al Espíritu
y entre nosotros actualiza la unidad.
No permitas que ninguna diferencia mengüe el amor.
Avívanos la pasión por tu Hijo, por su Reino y que nuestro sí confiado se ensanche, como el tuyo, 
al contacto con la carencia.
Sigue tendiendo puentes y susurrándonos 
sinfonías sinodales.
Amplía la mesa y convídanos diariamente
a una fiesta en la que el vino alcance para todos,
a nadie se le niegue la palabra,
y en la que todos se sientan partícipes 
 y después sean enviados,
en condición de discípulos misioneros.

viernes, 30 de septiembre de 2022

La palabra de Dios, fuente inagotable de vida

 Del comentario de San Efrén, Diácono, sobre el Diatésaron
(Cap. 1,18-19: SC 121, 52-53)


¿Quién hay capaz, Señor, de penetrar con su mente una sola de tus frases? Como el sediento que bebe de la fuente, mucho más es lo que dejamos que lo que tomamos. Porque la palabra del Señor presenta muy diversos aspectos, según la diversa capacidad de los que la estudian. El Señor pintó con multiplicidad de colores su palabra, para que todo el que la estudie pueda ver en ella lo que más le plazca. Escondió en su palabra variedad de tesoros, para que cada uno de nosotros pudiera enriquecerse en cualquiera de los puntos en que concentrara su reflexión.

La palabra de Dios es el árbol de vida que te ofrece el fruto bendito desde cualquiera de sus lados, como aquella roca que se abrió en el desierto y manó de todos lados una bebida espiritual. Comieron—dice el Apóstol—el mismo alimento espiritual y bebieron la misma bebida espiritual.

Aquel, pues, que llegue a alcanzar alguna parte del tesoro de esta palabra no crea que en ella se halla solamente lo que él ha hallado, sino que ha de pensar que, de las muchas cosas que hay en ella, esto es lo único que ha podido alcanzar. Ni por el hecho de que esta sola parte ha podido llegar a ser entendida por él, tenga esta palabra por pobre y estéril y la desprecie, sino que, considerando que no puede abarcarla toda, dé gracias por la riqueza que encierra. Alégrate por lo que has alcanzado, sin entristecerte por lo que te queda por alcanzar. El sediento se alegra cuando bebe y no se entristece porque no puede agotar la fuente. La fuente ha de vencer tu sed, pero tu sed no ha de vencer la fuente, porque, si tu sed queda saciada sin que se agote la fuente, cuando vuelvas a tener sed podrás de nuevo beber de ella; en cambio, si al saciarse tu sed se secara también la fuente, tu victoria sería en perjuicio tuyo.

Da gracias por lo que has recibido y no te entristezcas por la abundancia sobrante. Lo que has recibido y conseguido es tu parte, lo que ha quedado es tu herencia. Lo que, por tu debilidad, no puedes recibir en un determinado momento lo podrás recibir en otra ocasión, si perseveras. Ni te esfuerces avaramente por tomar de un solo sorbo lo que no puede ser sorbido de una vez, ni desistas por pereza de lo que puedes ir tomando poco a poco.

martes, 26 de julio de 2022

Recordamos tu pascua...

 querido P. Rodolfo!!

Y agradecemos, celebramos tu vida fecunda para nosotras, para la Iglesia, para la sociedad


 

viernes, 3 de junio de 2022

 

Envía, Señor, tu Espíritu

 Que tu Espíritu nos haga resistir la tempestad.
Nos levante la mirada, nos regale libertad.
Nos transforme en la palabra que restaure dignidad.
Cómo ráfaga de vida, la esperanza traiga ya.

 


 

jueves, 2 de junio de 2022

Se viene Pentecostés

 Que tu Espíritu arrase con la uniformidad.
Que tu Espíritu se mezcle con nuestra humanidad.
Que tu Espíritu transforme nuestras manos para dar.
Que tu Espíritu madure nuestro sueño para amar.
Que tu Espíritu fecunde con ternura nuestro ser


 

domingo, 8 de mayo de 2022

Domingo del Buen Pastor

 La maternidad, como pocas experiencias, te hace experimentar que “mi Padre y yo somos uno” o una.

 

 

domingo, 1 de mayo de 2022

Día de l@s trabajador@s

 A San José Obrero le confiamos las condiciones de trabajo, que sea un trabajo digno, que haga realidad en cada varón y mujer el Sueño original de Dios



viernes, 29 de abril de 2022

Santa Catalina

 "¿Cómo explicar el atractivo casi irresistible emanado de Santa Catalina? Una sola respuesta satisface en verdad: sobre su cara enjuta y diáfana era bien visible el reflejo de la gracia.

La renuncia, el desapego de las cosas caducas, la íntima unión con Dios alcanzada en la oración, el sacrificio serenamente aceptado, daban a sus palabras una resonancia misteriosa, poniendo a las almas en contacto con lo invisible y con lo divino. Ella, que conservaba de terrestre tan sólo el frágil cuerpo martirizado por las continuas mortificaciones, nutrido durante largos períodos con el sólo alimento eucarístico, mantenido en pie por un esfuerzo constante de su voluntad, traspasado por las cinco heridas de Cristo crucificado, cuando hablaba o escribía, transportaba irresistiblemente a las almas al plano sobrenatural, obligándoles, cas, a abrir las miradas sobre los ilimitados horizontes de la eternidad y comunicándoles aquel fuego interior que la devoraba: "el fuego de la dulce caridad".

La desenvuelta franqueza con que aconsejaba, amonestaba, ordenaba y reprochaba enérgicamente a personas que ocupaban cargos elevadísimos, sólo raramente suscitaba reacciones ásperas de orgullo humillado. En la mayor parte de los casos  su voz era escuchada -si bien no siempre seguida- como la voz de Dios. Se le reconocía el derecho de hablar en nombre de Dios porque se la sabía en contacto íntimo con Él. En su alma, las pasiones humanas, las miras terrenas y los intereses egoístas enmudecían; sólo tenían resonancia e importancia los intereses eternos.

Con el conferimiento del título de "Doctor" se reconocen oficialmente la autoridad y la perennidad, en la Iglesia de Dios, del magisterio de Santa Catalina"

 

(Santa Catalina de Siena, editado por la Secretaría de Prensa y Publicaciones de la Provincia Dominicana Argentina)

miércoles, 13 de abril de 2022

Estamos en Ciudad Autónoma de Buenos Aires

En la calle Venezuela 4121, CABA
teléfono 011 4983 3615
nos encontrás a

Hnas: Renée, Graciela Ana, Clide, Ana, Edith Giménez, Nidia, María de los Ángeles, Edith Mancini, Victoria, Rosana, Clotilde, Benedicta, Cristina Inés.




sábado, 19 de marzo de 2022

Somos la oración de Dios

 

Estamos en África


En la Diócesis de Xai Xai, Mozambique, estamos:





Teléfono 00258 282 22295

de izquierda a derecha: Hnas Liliana y Lybella

Hoy te reconocemos querido San José

 4. Padre en la acogida

José acogió a María sin poner condiciones previas. Confió en las palabras del ángel. «La nobleza de su corazón le hace supeditar a la caridad lo aprendido por ley; y hoy, en este mundo donde la violencia psicológica, verbal y física sobre la mujer es patente, José se presenta como figura de varón respetuoso, delicado que, aun no teniendo toda la información, se decide por la fama, dignidad y vida de María. Y, en su duda de cómo hacer lo mejor, Dios lo ayudó a optar iluminando su juicio» [18].

Muchas veces ocurren hechos en nuestra vida cuyo significado no entendemos. Nuestra primera reacción es a menudo de decepción y rebelión. José deja de lado sus razonamientos para dar paso a lo que acontece y, por más misterioso que le parezca, lo acoge, asume la responsabilidad y se reconcilia con su propia historia. Si no nos reconciliamos con nuestra historia, ni siquiera podremos dar el paso siguiente, porque siempre seremos prisioneros de nuestras expectativas y de las consiguientes decepciones.

La vida espiritual de José no nos muestra una vía que explica, sino una vía que acoge. Sólo a partir de esta acogida, de esta reconciliación, podemos también intuir una historia más grande, un significado más profundo. Parecen hacerse eco las ardientes palabras de Job que, ante la invitación de su esposa a rebelarse contra todo el mal que le sucedía, respondió: «Si aceptamos de Dios los bienes, ¿no vamos a aceptar los males?» (Jb 2,10).

José no es un hombre que se resigna pasivamente. Es un protagonista valiente y fuerte. La acogida es un modo por el que se manifiesta en nuestra vida el don de la fortaleza que nos viene del Espíritu Santo. Sólo el Señor puede darnos la fuerza para acoger la vida tal como es, para hacer sitio incluso a esa parte contradictoria, inesperada y decepcionante de la existencia.

La venida de Jesús en medio de nosotros es un regalo del Padre, para que cada uno pueda reconciliarse con la carne de su propia historia, aunque no la comprenda del todo.

Como Dios dijo a nuestro santo: «José, hijo de David, no temas» (Mt 1,20), parece repetirnos también a nosotros: “¡No tengan miedo!”. Tenemos que dejar de lado nuestra ira y decepción, y hacer espacio —sin ninguna resignación mundana y con una fortaleza llena de esperanza— a lo que no hemos elegido, pero está allí. Acoger la vida de esta manera nos introduce en un significado oculto. La vida de cada uno de nosotros puede comenzar de nuevo milagrosamente, si encontramos la valentía para vivirla según lo que nos dice el Evangelio. Y no importa si ahora todo parece haber tomado un rumbo equivocado y si algunas cuestiones son irreversibles. Dios puede hacer que las flores broten entre las rocas. Aun cuando nuestra conciencia nos reprocha algo, Él «es más grande que nuestra conciencia y lo sabe todo» (1 Jn 3,20).

El realismo cristiano, que no rechaza nada de lo que existe, vuelve una vez más. La realidad, en su misteriosa irreductibilidad y complejidad, es portadora de un sentido de la existencia con sus luces y sombras. Esto hace que el apóstol Pablo afirme: «Sabemos que todo contribuye al bien de quienes aman a Dios» ( Rm 8,28). Y san Agustín añade: «Aun lo que llamamos mal ( etiam illud quod malum dicitur[19]. En esta perspectiva general, la fe da sentido a cada acontecimiento feliz o triste.

Entonces, lejos de nosotros el pensar que creer significa encontrar soluciones fáciles que consuelan. La fe que Cristo nos enseñó es, en cambio, la que vemos en san José, que no buscó atajos, sino que afrontó “con los ojos abiertos” lo que le acontecía, asumiendo la responsabilidad en primera persona.

La acogida de José nos invita a acoger a los demás, sin exclusiones, tal como son, con preferencia por los débiles, porque Dios elige lo que es débil (cf. 1 Co 1,27), es «padre de los huérfanos y defensor de las viudas» ( Sal 68,6) y nos ordena amar al extranjero [20]. Deseo imaginar que Jesús tomó de las actitudes de José el ejemplo para la parábola del hijo pródigo y el padre misericordioso (cf. Lc 15,11-32).

 


 Patris Corde

 

martes, 8 de marzo de 2022

Estamos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires

En Pichincha 527
Teléfono 011 4976 2105
encontrás a


 (de izquierda a derecha) Hnas Marta, Tomasa, Adriana, María del Carmen y Clelia

martes, 1 de marzo de 2022

Estamos en CABA

 Comunidad Santa Rosa de Lima
calle Pichincha 525
teléfono 49421796
 
Hnas Alejandra, María Inés, Neli





sábado, 1 de enero de 2022

Empezar el año contemplando a María

 "Después de esta maravilla de la encarnación del Hijo de Dios,
en que la divinidad se halla unida a la humanidad de María
¿qué cosa más grande que esta elevación de María
a la condición de Madre del Hijo de Dios?
Bien puede pedir la Santísima Virgen
porque todo le será concedido"



P. Rodolfo Carboni en "Los Valores del Reino en la Parroquia"