Por Hna Elvira Gómez APSM
¡Riqueza de la obediencia religiosa!
"Hoy vino a tomar el desayuno después de la Misa en la Parroquia de Santa Rosa en donde nos encontramos y al notar la misma simplicidad que le conocí -cuando estuve en Capitán Sarmiento- expresada en "media lengua" rápida, esquiva, me llevó a hacer esta semblanza.
Pequeña, arrugadita, mostrando en su caminar y posturas el malestar de sus huesos, su cruz desde joven, porque supe que había estado mucho tiempo inmovilizada en cama antes de entrar en la Congregación.
Una operación, cuando estaba en la casa de 9 de Julio corrigió bastante su mal. Y fue allí, también, donde con gran esfuerzo de su voluntad y el estímulo de las hermanas pudo lograr su certificado de estudios primarios.
Cordobesa, aunque no guarda su acento, escapa en algunas vacaciones a su provincia a visitar a los suyos. Y sólo algunos días porque su responsabilidad como coordinadora de la cocina en la Casa General, la siente "muy suya", no exenta de un celo afectivo -a veces no compartido por todas- que la lleva a no dar recetas: la espontaneidad, la improvisación, del que posee ese arte se lo permite, tal vez.
Porque arte para la cocina y repostería lo tiene y nada común. Hasta en el detalle de la preparación del mate, por el que recibió el elogio del mismo Padre Carboni cuando dijo, en una de sus visitas al interior: "Si está Victoria, que lo prepare ella"...
En un año y algo más que conviví en la Casa de Capitán Sarmiento, conocí su sensibilidad, su afecto y esmero para proporcionar a Juliana -una Hna que sufría de estrechez de esófago- lo que pudiera aliviar su mal.
Y recuerdo que allí, el Párroco español, muy singular y tan llevado a expresar en refranes las situaciones que vivía, la llamaba a Victoria el "huroncito" de la comunidad, con todo cariño, observando que, apenas dejaba el termo para el desayuno, en un giro rápido, escapaba sin dejar rastro...!
Hoy, porque conocí a los dos, me sonrío, pero reconozco que fue una expresión cabal, pintoresca y llena de afecto.
Actualmente, de la Parroquia de Santa María a la que pertenece la Casa General, es enviada a visitar algunos de los numerosos Geriátricos de la zona y, seguramente, podrá expresar esa calidez para comprender y aliviar el dolor del otro, con la nobleza de sentimientos que todas le conocemos.
Pero, lo que nunca creí es que pudiera dejar la Casa General, para ser trasladada a Cervantes, localidad del Sud de la Rca. y gozar de la felicidad de una joven comunidad a la que alienta con su experiencia y fecundo silencio, para mantener la esperanza en ese jalón de tierra argentina que, al no haber recibido el Mensaje, se torna indiferente y sólo valoriza el trabajo productivo.¡Riqueza de la obediencia religiosa!
llegó a la Casa de Dios PadreMadre el 18/09/20013
gracias por la ofrenda de tu vida!!!