Morena como tu pueblo,
que sufre tanta desdicha,
Vos
nos mostrás la esperanza
de quién a Dios se confía...
A través de tu mirada
se abre el profundo misterio
de un Dios que nos amó tanto
que se nos dio por entero
Somos tu Obra, María,
Amparo en nuestros
desiertos
¡Nunca dejés de
mirarnos,
nuestro Socorro
Perpetuo!
Somo tu Obra María,
contigo
no nos perdemos!
Abriganos con tu manto,
Perpetuo Socorro nuestro.
Tus manos,
sostén de tu Hijo,
que tiembla
ante el tormento,
son un refugio seguro
para entregarnos sin miedo.
Tu corazón
puro y limpio,
sólo ocupado
por Dios,
señala el único rumbo
para vivir el amor.
para vivir el amor.
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ZAMBITA PARA LUCÍA
Por
inclinada al silencio
Dios te miró y te amó,
y Él mismo, con mucho esmero,
modeló tu
corazón,
tomó tu
vida en sus manos
y cambió tu
inclinación.
Apasionada
por Cristo,
vos te dejaste llevar
y en
búsqueda de su Reino,
tras su eterna
Voluntad,
plasmaste
nuestra Familia
con
entrañas de Auxiliar.
Con esta zamba, Lucía,
hoy nos queremos
confiar;
¡ayudanos a ser fieles
como vos,
corazón sacerdotal!
Tu maternal alegría
fue sello firme y señal
de un Dios que es Todoternura,
Misericordia y Bondad,
regalando a los más pobres
cariño preferencial.
Con gran confianza en María,
Madre de toda Auxiliar,
viviste el Evangelio
de una manera ejemplar,
ofreciendo hasta el extremo
amor incondicional.
_____________________________________________
COPLAS AL PADRE CARBONI
Varón de fuego, Sacerdote de Cristo,
apasionado
Corazón:
Padre Rodolfo Carboni…padre Rodolfo Carboni
Late que
late corazón,
corazón argentino;
un corazón
de Buen Pastor,
corazón ofrecido.
Para la Iglesia fuiste un don,
para los curas ejemplo,
para los laicos un puntal,
apoyo de los
obreros.
Adelantado a
tu tiempo
soñaste una
Iglesia viva,
una Iglesia
comunidad,
una Iglesia-familia.
Desde la
calle y el ambón
con la
palabra precisa
el Evangelio te llevó
a vivir lo
que creías.
Tu vida
entera se entregó
especialmente
a los pobres,
ni el conventillo te frenó,
te diste todo a los hombres.
Testigo del
Amor de Dios,
nos infundiste confianza,
no defraudó
tu esperanza.
Tu corazón
sacerdotal
lleno de espíritu
inquieto
quiso a la Iglesia
aportar
un Carisma nuevo
para escuchar y consolar
a
tantos, tantos hermanos,
y con María acompañar
caminos comunitarios.
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HUELLA ENCENDIDA
Sacerdote de Cristo fuiste sin duda
corazón abrasado, llamita pura.
Conjugaste con toda sabiduría
oración y trabajo con alegría.
Con tu vida entregaste el Evangelio,
con tu voz lo anunciaste y con tu ejemplo.
He encontrado
una huella
que está
encendida:
es tu vida,
Rodolfo,
en Dios metida.
Lleno de amor confiado a Dios le diste,
la llave de tu vida porque creíste.
Amaste con locura la Eucaristía ,
ella fue tu consuelo junto a María.
Sos bienaventurado ahora y siempre
por ser todo de Cristo y de la gente.
____________________________________
CHACARERA DE JOSÉ
Buscando un varón justo Dios mismo te encontró
y en la hora del sueño se te manifestó.
Contó con tu obediencia para la redención.
Junto a María Virgen, tuviste que cuidar
la vida que Dios Padre les quiso encomendar;
y por tu mismo Hijo te dejaste enseñar.
Viviste día a día en escuela de Verdad,
de Amor y de trabajo, que supiste inculcar.
Enséñanos los gestos de auténtica bondad.
EN TU TALLER, JOSÉ, VIVIR ES UN HONOR
NOS TALLAS CON TERNURA,
NOS LIMAS CON TU AMOR.
Tu vida de silencio fue un signo eficaz
de un Dios hecho Palabra, ejemplo de humildad.
¡Qué gran regalo eres para la humanidad!
Hoy te reconocemos, querido San José,
queremos contagiarnos de tu vida en Nazaret;
confiadas/os te pedimos que cuides nuestra Fe.
Custodio de la Vida, custodio de la Fe,
velá por nuestra Iglesia que quiere renacer;
hacenos fiel reflejo del Niño de Belén.
CHACARERA DE JOSÉ
Buscando un varón justo Dios mismo te encontró
y en la hora del sueño se te manifestó.
Contó con tu obediencia para la redención.
Junto a María Virgen, tuviste que cuidar
la vida que Dios Padre les quiso encomendar;
y por tu mismo Hijo te dejaste enseñar.
Viviste día a día en escuela de Verdad,
de Amor y de trabajo, que supiste inculcar.
Enséñanos los gestos de auténtica bondad.
EN TU TALLER, JOSÉ, VIVIR ES UN HONOR
NOS TALLAS CON TERNURA,
NOS LIMAS CON TU AMOR.
Tu vida de silencio fue un signo eficaz
de un Dios hecho Palabra, ejemplo de humildad.
¡Qué gran regalo eres para la humanidad!
Hoy te reconocemos, querido San José,
queremos contagiarnos de tu vida en Nazaret;
confiadas/os te pedimos que cuides nuestra Fe.
Custodio de la Vida, custodio de la Fe,
velá por nuestra Iglesia que quiere renacer;
hacenos fiel reflejo del Niño de Belén.