domingo, 4 de septiembre de 2011
viernes, 29 de abril de 2011
Fecundas desde nuestro manantial donde la Vida reclama
A
SANTA CATALINA, nuestro recuerdo y oración
“Santa Catalina es uno de los personajes
más fascinantes de la historia, por su personalidad y su espiritualidad, por su
don de gentes y su influencia social, por su vida activa y contemplativa, por
su amistad e intimidad con Jesús, por su precocidad, por su amor a la verdad,
por su poder de convertir a las almas y transformarlas en discípulos.
Es una figura, cuya santidad resplandece
en los cimientos de una humildad profunda.
En ella se destaca, con preferencia, su maternidad, sus carismas, el ser esposa,
apóstol de la paz y de la reconciliación, doctora de la Iglesia , embajadora del
Papa y liberadora del Papa de la esclavitud de Babilonia. Esas siete
características serán como otras tantas facetas de un diamante, cuyos arcos
iris se reflejarán en nuestras pupilas, en nuestra imaginación y en nuestro corazón.”
(del libro “Santa Catalina de Siena” de
C. Miglioranza)
~
Ambientemos
nuestra oración, armando un altarcito con una cruz, una estampa de Santa
Catalina, una vela encendida, el recuerdo de nuestra Asamblea 2.011 (el
souvenir que nos dieron por comunidad) volviendo a cargar con agua esa fuente,
unas flores…
~
Reconociendo
a Dios, con la ayuda de Santa Catalina, como nuestro gozo, nuestra fuerza,
nuestra gloria, nuestro amor y nuestro TODO, abracémonos a su inmenso amor en
el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
~
Cantemos
(o recitemos si no recordamos la letra):
DICHOSA MUJER, LA
QUE SABE SER FIEL
AL QUEHACER DE IMPLANTAR LA JUSTICIA Y LA PAZ.
BENDITA SERÁ LA
MUJER QUE HACE OPCIÓN
POR LA
CAUSA DE DIOS, POR LA
LEY DEL AMOR.
Hoy canto al Dios del pueblo en mi
guitarra
un canto de mujer que se libera,
Dios se solidariza con mi causa
y me consagra portavoz de la esperanza.
Dios escucha el clamor de nuestro pueblo,
se alió al empobrecido y explotado
y a la mujer libera de cadenas
impuesta con crueldad por tantos hijos.
Harás justicia a todas las mujeres
que firmes no cayeron ante el yugo
nos das la libertad y reivindicas
¡oh Dios!, tu semejanza originaria.
Al mal pastor que causa tanto daño,
al gobernante infiel que vende al pueblo,
a todo quien oprime Tú destruyes
sin piedad, el poder que lo derrumba.
Nos llevas a gestar en nuestros vientres
mujeres y hombres nuevos, pueblos
fuerte;,
nos unges servidoras, profetizas,
testigos de tu Amor que nos redime.
Has puesto en mi cantar una esperanza,
soy eco de tu amor que reconcilia,
espada de dos filos sea mi canto,
pregón de un evangelio libertario.
~
Reconozcamos
en la canción los rasgos “anunciados” que se han plasmado en la vida de esta
santa:
#
La
maternidad:
Guardando la flor de su virginidad, logró una maternidad copiosa, con sabor de
eternidad, que requería de mucho amor y mucho sacrificio… Sus discípulos la
llamaban “madrecita” o mamá” tanto en sus conversaciones familiares como en sus
cartas.
#
Sus
múltiples Carismas: regalados por el Señor que la eligió con amor
preferencial
#
Esposa
de sangre: Catalina, bajo todo concepto fue una
esposa de sangre, no sólo en su consagración al Señor, sino también en su
inmenso coraje de asistir y alentar a los condenados a muerte y hasta de
recibir en su regazo las cabezas chorreando sangre.
#
Apóstol
de la paz y de la reconciliación: L a época de Catalina fue una
época brava y violenta. Las epidemias de las pestes eran bastante frecuentes y
producían mortandades pavorosas (En 1.348 murió más de un tercio de la
población europea por esa causa…) A nivel social, fue una época sumamente
difícil por los odios y las venganzas, las traiciones y las pandillas asesinas entre una familia y
otra, entre una ciudad y otra, entre aventureros y mercenarios, entre los partidarios
del poder de los papas y los partidarios del emperador… La ausencia del Papa de
Roma y su permanencia en Aviñón, donde se hallaba bajo la protección y el
patronato del rey de Francia, creaban situaciones de anarquía, convulsión,
desorden, libertinaje, escándalos. Catalina se ofreció en varios casos para ser la pacificadora.
#
Doctora
de la Iglesia : Catalina permaneció
analfabeta hasta sus veinte años, pero su excelente memoria se alimentaba
abundantemente de lo que oía de las lecturas en familia y de los sermones en la Iglesia. Después
de esa edad, aprendió a leer y a escribir con muchas dificultades, pero el
Señor le regaló los dones de la
Ciencia y la
Sabiduría que le permitieron ser maestra de sus discípulos ,
contactarse con numerosas cartas a personas de altos cargos de su época y hasta
dictar el libro “El diálogo de la Divina Providencia ”,
lo que le valió que se le diera aquel título en la Iglesia.
#
Embajadora
del
Papa: Dada la situación tumultuosa en que se
hallaban algunas ciudades y hasta algunos estados italianos, los Papas de la
época, considerando la influencia de Catalina en la sociedad, la nombraron su
embajadora, para que pudiera intervenir en procurar la paz y la concordia entre
esos pueblos.
#
Procuradora
del regreso del Papa a Roma:
Sólo Catalina, con su carácter fuerte y decidido, guiada por las luces del
Espíritu Santo, pudo animar al Pontífice de voluntad débil, establecido en
Aviñón durante el siglo XIV, a retornar a Roma. Ella, al modo de Juan el
Bautista, le facilitó y abrió el camino para el regreso, lo cual fue celebrado
con gran alegría por todo el pueblo que se sentía en un estado de profunda
orfandad.
~
Seguro
que, con nuestro carisma propio y nuestros dones particulares, reconocemos
algunos de estos rasgos entre nosotras mismas. Compartamos con sencillez y
humildad… (podemos decirnos, escribir en un papel y agregarlo en el altar,
etc…)
~
Por
todo ello, nos unimos a Catalina para proclamar “Cantaré eternamente la
Misericordia del Señor” (Salmo 88):
Cantaré eternamente la Misericordia del
Señor,
proclamaré tu fidelidad por todas las
generaciones.
Porque tú has dicho:
“Mi amor se mantendrá eternamente,
mi fidelidad está afianzada en el cielo.
Yo sellé una alianza con mi elegido,
hice este juramento a David, mi servidor”:
“Estableceré tu descendencia para
siempre,
mantendré tu trono por todas las
generaciones”
El cielo celebre tus maravillas, Señor
y tu fidelidad en la asamblea de los
santos,
porque, ¿quién es comparable al Señor en
las alturas?
¿quién es como el Señor entre los hijos
de Dios?
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~
En
varias oportunidades, los biógrafos nos hacen conocer un excepcional carisma de Catalina: su poder de intercesión delante de su divino Esposo
Jesús a favor de las miserias y debilidades humanas. Efectivamente, ella dio
con una serie de malevos, bandoleros, aventureros, explotadores, aprovechadores,
violentos, asesinos, mafiosos, gente inmersa en los vicios, verdadera resaca y
basura de la ciudad… El contacto con Catalina los transformó de lobos en mansos
y humildes corderos. A través de Catalina recuperaron la gracia de Dios, la paz
de la conciencia, la reconciliación con los hombres, la fraternidad, la armonía
de las vivencias familiares, el hermoso sentido de servir a los demás…
Ella lo logró con sus
oraciones, con sus vigilias, con sus sacrificios, con sus penitencias, con su
humildad, con su espíritu de Fe, con su inmenso amor a Dios y al prójimo.
~
¿Qué
situaciones difíciles queremos hoy presentarle al Señor para que por
intercesión de Santa Catalina den un vuelco favorable, para más vida, para más
humanidad?
~
“La vivencia del espíritu sacerdotal (Heb
2,16-18; Fil 2,6-8)es un convivir con los dolores y desgarrones de los hombres
y mujeres, y tener la profunda experiencia de ello. En medio de esta realidad,
nace apasionadamente el deseo y la urgencia de comunicar el Amor de Dios, la
pasión por el Reino, el deseo de que el hombre se dé cuenta de que en su
historia está Dios. El espíritu sacerdotal es (…) un espíritu de
intermediación, de reconciliación, de suturar heridas, de recuperar conflictos,
de poner paz, unidad, y de ser intermediarios (Jn 17,20-21) CCS pág. 8
~
¿Qué
pedimos para nosotras, para poder ahondar en esta nota de intercesión que
caracteriza nuestro Carisma Sacerdotal y Mariano?
~
En
una de sus manifestaciones, Cristo le susurró a Catalina:
“En adelante, cumplirás todas
las tareas que mi Providencia te confiará. Desde ya, armada como estás de la fe
invicta, enfrentarás victoriosamente a todos tus adversarios”
~
Expresemos,
espontáneamente, una oración de confianza en la Providencia del Señor.
~
Con
nuestra confianza renovada en el Dios que nos ama, recemos juntas el
Padrenuestro.
~
Con
el agua tomada de la fuentecita, nos bendecimos unas a las otras…
Santa Catalina de Siena,
¡ruega por nosotras!
~
Cantamos:
“Arrebatada de amor” (va en el mp3)
1-Perla encontrada en lo
inmenso
del mar del Amor de Dios,
deslumbrando de pequeña
por tu gran contemplación.
Tu vida, puro Evangelio,
en caridad y oración.
Catalina,
Catalina,
arrebatada
de Amor:
tu
unión profunda con Cristo
nos
lleva siempre hacia Dios.
2-Intercesora excelente
que nuestra Iglesia envió
a buscar a muchos hijos
que la desidia extravió.
¡Danos tu mismo coraje
y celo en nuestra misión!
3-Confiada en la Providencia
tu vida fue un canto a Dios;
melodía delicada
que al Señor le agradó.
¡Ayúdanos Catalina,
a ser un canto de Amor!
4-Noche y día buscabas
estar unida al Señor;
entre cocina y visitas
el mismo Dios te encontró.
¡Anímanos, Catalina,
a vivir la Comunión !
jueves, 17 de marzo de 2011
Hna Magdalena De Aguirre
(Por Hna Elvira Gómez)
Si se la
juzgara superficialmente, tal vez se la creería víctima de un narcisismo poco
consonante con la vida religiosa que eligió.
Porque
amaba su figura elegante, esbelta, su cuerpo para el que tenía una verdadera
obsesión por los baños, los perfumes, la pulcritud extrema.
Pero, no; esa
personalidad fogosa, apasionada, exuberante, mostraba también y en muchas
ocasiones, una renuncia irrevocable a sus gustos y predilecciones; una
capacidad para asumir situaciones difíciles, dolorosas, que la dejaban en un
silencio profundo, notable, porque, naturalmente, hablaba para ser escuchada;
discutía para salir con la suya; opinaba para decir que había oído o leído cuanto
libro o noticia radial o periódico había
conocido.
Relataba con lujo de detalles para hacer vivir lo que decía
y conocía a cuanto sacerdote o seminarista había pasado en años, por la Arquidiócesis.
De uno de
ellos que la quería como muchos otros, se oyó decir: “No se conciben las
Auxiliares sin una Magdalena, pero tampoco, con dos”.
Generosa como la que más – harto lo demostró cuando ingresó
en la Obra en la
que había siete Señoritas, sin ningún atractivo humano sino siguiendo a ese
Cristo que la “enamoró” y sostenida por la comprensión y afecto del Fundador –
daba con esa exuberancia que para ella exigía. Dejaba libertad cuando dirigía
una comunidad, pero también la tomaba. Un sentido de justicia la hizo accesible
a todas, aunque se notaban sus predilecciones.
Amaba el
trabajo y con responsabilidad irrenunciable lo ejecutaba y lo exigía.
Apasionada, leía y releía a Santa Teresa, a Santa Catalina, las grandes,
deseando imitarlas, porque si no… para qué dejarlo todo…!
Con Santa Teresita no hacía “muchas migas”; eso de ser la
“pelotita del Señor” no la entusiasmaba mucho. Pero, en el último tramo de su
vida cuando le pareció que le coartaban su libertad, la comprendió y lo dijo
públicamente. Fue tal la sorpresa, que una de las Hnas. mayores, sonriente le recordó
tiempos idos…!
Al Padre Carboni que la quiso con predilección, le oí decir
una vez: “Es una niña grande”. Y, efectivamente, guardaba una ingenuidad, una
limpidez, una franqueza, porque era vasca por los cuatro costados –y de ello se
enorgullecía- que, en más de una ocasión, desconcertaba.
Y, todo eso, unido a una presencia física muy atrayente, lo
obligaron al Padre a mantenerla cerca suyo, porque en más de una ocasión y a
uno de sus penitentes a quien aconsejaba buscara a una compañera para su vida,
tuvo que frenar cuando le dijo: “Ya la tengo; esa Srita muy bonita que viene
todos los días al Rosario y a Vísperas”.
En Santa Rosa, con el grupo de laicos que formaba el Padre
Carboni, fue compañera y amiga. Ahora, en el centenario del nacimiento le piden
datos como quien fue testigo de sus vivencias de juventud, para organizar el
Acto Académico.
Fue Consejera en tres períodos del Gobierno General.
También pasó por las Parroquias de Devoto, Santa Rosa, Urquiza, siempre, por supuesto,
en Bs. As., porque ella amaba la “pastoral del asfalto” como decía. Y agregaba:
“los maizales del campo me deprimen…!” Tal vez por recuerdos de su niñez.
Sólo un tiempo estuvo en Capitán Sarmiento, provincia de Bs.
As., y allí comprobamos todas lo verdadero de sus expresiones.
Años más tarde, volcó sus aptitudes colaborando con los
jesuitas en Regina.
Y a esa libertad que tanto amó y pregonó cuando era
autoridad, el Señor le pidió el último reducto de obediencia misteriosa, crucificante,
purificadora.
También en la
Pastoral se derrumbaron esquemas que creían muy asegurados:
otros tiempos, otras personas…
Actualmente, retirada de toda actividad por una dolencia
ósea persistente, se regocija –son sus palabras- recibiendo en su casa a los
catecúmenos y otros adultos que desean profundizar su Fe.
Con frecuencia se reúne para participar en el “simposio de
los Aguirre” como ella dice, que deben ser menos “ateos” de lo que cuenta de
sus hermanos porque uno de ellos tiene dos hijos consagrados: uno en el
sacerdocio diocesano, y otro en los Marianistas.
A esta hija mayor de ocho hermanos, que dejó todo, todo, se
le puede aplicar lo de la
Magdalena del Evangelio: “Porque amó mucho, se le dio mucho”
Su pascua fue el 17 de marzo de 2011
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