martes, 26 de junio de 2012

Abríganos con tu manto, Perpetuo Socorro nuestro


El ícono se inscribe dentro del esquema mariano llamado “
de la Pasión”, por eso el único texto bíblico del Nuevo Testamento en el que está inspirado es en el Evangelio de Juan (19,25-27), que la presenta al pie de la Cruz, recibiéndonos en la persona de Juan, y dejándose recibir...

En la Imagen, llamamos a María como nuestro SOCORRO. Socorro y socorrer: provienen de succurrere, sub- (debajo), venir corriendo para sostener por debajo, para sostener de apoyo. Si queremos, podemos nombrar a aquellos/aquellas que queremos que María sostenga especialmente en esto momentos…
  Por otro lado, la Encarnación es la base del ícono, el ícono es testigo de la Encarnación.
Que nuestro ser, frente al ícono, sienta  ese abrazo materno, apretado y fuerte, que sujeta sin ahogar. Que en esos brazos estemos también nosotros, hijos e hijas, que aunque sobresaltados y expectantes, como Jesús, aceptamos la osadía y el riesgo del Reino.



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